Senador Cobos, que camino elige?

Julio Cleto Cobos el Robin Hood de gran parte de la población argentina después de ese su peor día, según el mismo lo definió, cuando tuvo que definir el destino de la 125, ley de retenciones al agro. Según las recientes encuestas el político argentino con mayor índice de imagen positiva, que tan solo siete días atrás la gran mayoría ni sabían que existía. Hoy seducido con la idea de retornar al radicalismo, después de haber participado de la formula presidencial que gobierna desde el 10 de diciembre nuestro país, cosa al que se oponen fundamentalmente la primera línea de poder del partido centenario (UCR), principalmente Gerardo Morales, presidente de la UCR, producto de voces que argumentan “se podría quedar con todo el radicalismo si lo quisiera”. Claro que aquellos radicales habidos de una figura descollante y convocante, frente a contar con alguien que enfrento al mismísimo poder presidencial del matrimonio Kirchner, auguran contarlo como correligionario. Según medios periodísticos, Cobos recibió llamadas desde el mismísimo Alfonsin, principal critico al acercamiento con el FPV, Nosiglia y “encumbrados” radicales, sumados también a Duhalde y otros tantos otros peronista. Mesurado en su discurso, alineado a una política de pasificación nacional, bajando los decibeles del conflicto, que aún no se solucionó, Julio Cobos en una actitud de letargo, colocará en la puerta de su despacho una leyenda que rezará ESCUCHO OFERTAS, candidato “nunca taxi con pocos kilómetros” a la espera de aprovechar este tren que sabe que probablemente no le volverá a pasar. Convertido en un pequeño monstruo creado y popularizado por el mismo gobierno, al igual que De Angelis, resultado de la terquedad y soberbia presidencial. Julio Cleto Cobos, posiblemente, un político que en el mediano plazo tenga influencias significativas en las grandes decisiones y dentro de tres años y medio el candidato a tener en cuenta.